Desdeño las romanzas de los tenores huecos

y el coro de los grillos que cantan a la luna.

A distinguir me paro las voces de los ecos,

y escucho solamente, entre las voces, una.

(Antonio Machado)

sábado, 24 de agosto de 2013

Bonita Córdoba

Bonita, Córdoba.
Nunca admiré tan de cerca
por donde paseaban tus sultanas.
Me hubiera gustado
derretir mis sandalias
al calor de tu asfalto.
Me hubiera gustado
lavarme  
en tus fuentes de cálidas aguas.
Me hubiera gustado
dormir
bajo el influjo de tu luna dorada.
Nada me hubiera dolido tanto
aunque me hubiese quemado la cara.
¡Nada hay peor,
que sentir pasión
sin repique de  campanas!

¿De quién te crees que eres dueña
en esta capital romana?
El hechizo de tus calles,
de tus patios, de tus casas,
escoltando una mezquita,
presumida  y gitana,
poseída  y sabia.

Dicen de quien toca sus columnas,
de su embrujo  queda prendada.
¡Y ahora llego yo!
clamando amor
de quien  antes bebió de tus fuentes,
de quien antes paseo por tus jardines
y refrescó su cuerpo con aromas de rosa,
bajo estrellas  perfumadas.

Ahora soy yo
la que camina descalza, 
emborrachada de amor,
sangrándome hasta los nudillos
de llamar a puertas cerradas.
La que cegada de celos pasea,
sobre un suelo alfombrado
para no sentir vuestras  pisadas;
pidiendo un hueco
donde calmar mi agonía,
haciendo de mis llagas tus causas.

Ahora soy yo,
la que ladra y no habla,
la que sabe dormitar disimulando.
Todo al calor
de una mañana de agosto,
interrumpiendo los besos
que salen de mis labios,
interrumpiendo el brillo de unos ojos,
llenos de lágrimas enamoradas.
Ensayando en el teatro de la vida, 
la plenitud de expresarme sin palabras
y frenando sin freno 
el temblor de mi cuerpo
pidiendo unas caricias de ternura, 
en medio de tanta nostalgia.
Besando unas manos 
aún presas, 
por el amor de aquella sultana.

lunes, 19 de agosto de 2013

Tiempo

Jamás he visto detenerse el tiempo, como tampoco reír o llorar al unísono. A veces la felicidad la tenemos tan cerca, tan intercalada entre nuestra piel que un simple roce lo confundimos con la caricia de nuestra ropa y seguimos en nuestro mundo de papel.
En primera persona veo endurecidas mis venas, mis ojos necesitan ayuda; en mis piernas se dibujan hileras de tonos azules, ¡qué paradoja mi color favorito! Mi piel se afina, dejando al descubierto los secretos de una juventud cada vez más lejana pero viva.
Todo es fruto de desechos, salidos de cadenas de montaje en desuso; mezclados con una multitud entre sordos y ciegos. Nadie es capaz de separar la paja para encontrar un puñado de arena cocida a fuego.
Y yo en medio…

Si es de día 
¿Qué más da?
cuatro que diez.
Si es de noche,
las doce o las tres.
Las estrellas siguen girando;
el sol, a veces,
lo tapan las nubes.
La lluvia desliza sus gotas
y el tiempo sigue pasando.

No soy yo quien lo dice,
es mi espejo.
No soy yo quien lo juzga
son los ojos de quién me mira.
No soy yo quien le pone orden,
de eso…
¡ay de eso!,
ya se encarga la vida.

jueves, 15 de agosto de 2013

Sólo se trata del viento

¿Qué hay si de nuevo muero?
no escucharé jamás el sonido del viento,
no intuiré tan siquiera,
los pasos que llegan a mí,
sintiéndome una vez más,
amada de nuevo.
Remanso de paz,
no,
no quiero morir,
ni hoy ni mañana;
siempre todo,
déjalo para luego.
Dejadme disfrutar de este deseo,
doloroso o placentero.
Amigo enmascarado,
tú nos haces sufrir.

!No debe de ser amor,
quién viene de lejos!
dormir, dormir,
sólo se trata del viento.


viernes, 2 de agosto de 2013

Reflejos

Por qué esta ausencia de ideas,
brota sin pena rodada,
la virtud de no tenerla
es la dicha de aceptarla.
O mejor
mientras el tiempo,
impasible recorre
mi sombra templada,
y yo esperando siempre una sonrisa
que sonroje.
O mejor
al niño que de la mano va,
al que pide brazos sin parar,
y yo anhelo esos llantos
que no los puedo calmar.
O mejor
de un día cualquiera,
el niño vuelve a llorar,
aupando los ojos,
a quien
nadie le logra calmar.
Será...
¿Que tienen madre esos brazos envejecidos?
¿De dónde sale esa atracción desesperada,
la que todo menor sueña
y en la infancia queda calmada?